A pesar de que el proyecto del post natal de 6 meses es una realidad, aún no se ha aprobado. Por lo mismo, muchas mujeres tienen que volver a trabajar después de tres meses, tarea nada fácil. Primero porque tendrás que dejar a tu hijo de tan sólo 3 meses al cuidado de otra persona y deberás intentar concentrarte en tu trabajo, del que obviamente vas a estar desconectada.
Pero tranquila, piensa que no eres ni la primera ni la última que pasa por este proceso. Por lo mismo te queremos dar algunas recomendaciones para que logres enfrentar esta etapa de la mejor manera posible:
Adiós a la culpa: Lo primero que debes entender es que la mayoría de las madres, primerizas o no, tienen una sensación de culpa por dejar a su recién nacido tan pequeño al cuidado de otro. Pero no hay por qué culparse, según la Academia Americana de Pediatría, los niños que son cuidados por personas que no son sus padres, son más independientes que otros niños. Además, una buena y estimulante guardería prepara al niño para la escuela, intelectual y socialmente.
Busca el mejor cuidado cuando no estés: Prepárate bien para tu vuelta al trabajo. Busca la persona más adecuada para dejar a tu pequeño. Puedes contratar una niñera, nana, alguien de tu familia, etc. Pero es esencial que sigas tus instintos a la hora de contratar a alguien y además cuidar que sea la mejor opción, para que te sientas segura y tranquila en el trabajo.
Establece tu vuelta al trabajo antes de la salida. Habla con tu jefe (a) antes de salir de prenatal, así puedes revisar con él o ella horarios y la mejor forma de regresar a tu trabajo. También te permitirá ver la posibilidad de contar con un horario flexible, trabajar desde la casa o cumplir media jornada.
Mantén contacto ocasional con tu oficina: Idealmente trata de que ese contacto sea vía mail. Esto permitirá que tu regreso no sea tan difícil por la desconexión, lo que no significa que estés trabajando en tu descanso.
Mantén contacto ocasional con tu oficina: Idealmente trata de que ese contacto sea vía mail. Esto permitirá que tu regreso no sea tan difícil por la desconexión, lo que no significa que estés trabajando en tu descanso.
Organiza la mejor fecha de regreso al trabajo: Determina que tu vuelta al trabajo sea a mitad de semana, así la vuelta será más paulatina y gradual, lo que permitirá que te acostumbres mejor.
Haz cumplir tus horarios: Preocúpate de que se cumplan los horarios, ya que no es bueno que en los primeros meses le cambies la rutina a tu hijo. Debes estar siempre preparada y recordarle a tu jefe y colegas tus nuevos horarios, así como dejar leche lista en caso de una emergencia.
Y una vez en el trabajo. Todo se estabilizará cuando te acostumbres a manejar las múltiples tareas. Cuando hayas regresado y te enfrentes a tener que estar atenta y resolver un sin fin de tareas, sin duda enfrentarás estrés y cansancio, habrán días mejores que otros, pero todo se estabilizará cuando ya puedas manejar las distintas tareas.
Organízate: Por lo mismo lo ideal es que te estructures y organices de antemano. Puedes hacer una lista previa con las cosas que debes hacer en tu casa y luego con las cosas del trabajo. Es importante distinguir entre lo urgente, lo importante y lo que puede esperar.
Organízate: Por lo mismo lo ideal es que te estructures y organices de antemano. Puedes hacer una lista previa con las cosas que debes hacer en tu casa y luego con las cosas del trabajo. Es importante distinguir entre lo urgente, lo importante y lo que puede esperar.
Mantén contacto con tu casa y trabaja tranquila: la preocupación porque tu recién nacido esté bien puede ser tu mayor distracción en el trabajo. Por lo mismo, saber cómo va todo allá te ayudará a trabajar mejor. Existe una gama de herramientas tecnológicas (cámaras, teléfono, computador, skype, etc.) para estar al tanto de hogar, busca la que más te acomode.
Toma en cuenta posibles emergencias: Elabora un Plan B para cuando la cuidadora no pueda asistir o cuando tu hijo esté enfermo. Así si requieres la ayuda de un familiar, servicios alternativos o permiso para estar en casa no sea algo improvisado, que te haga sentir incómoda o insegura.
Acepta ayuda y delega: No tienes por qué hacerlo todo, y menos ahora. Pide ayuda a tus colegas, pareja o familiares cuando lo necesites o cuando corresponda.
Descansa lo que más que puedas: En esta etapa puede que sientas estrés o mucho cansancio, por lo que aprovecha cuando tu hijo duerma de dormir o hacer actividades relajantes como tomar un baño de tina, leer o ponerte al día.
Mantén una actitud positiva: Intenta transmitirle a tu hijo que estás feliz de verlo, lo importante es entregarle tiempo de calidad al recién nacido.
Mantén una actitud positiva: Intenta transmitirle a tu hijo que estás feliz de verlo, lo importante es entregarle tiempo de calidad al recién nacido.
*Fuente: Clínica Mayo, Clínica Norteamerica reconocida internacionalmente.// Revista Telva
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